Eran a penas las nueve de la noche, cuando el teléfono sonó en mi casa. Una muy feliz Nymeria Winter al otro lado me daba la noticia de la aceptación de su Santuario Witan, bajo el nombre de Santuario de Diana.
Rápidamente la alegría saltó del corazón a los labios ¡¡¡estamos de celebración!!…