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Templo de Hécate

OI TdH

Aniversario, por Tiné

Como toda historia, la mía, tiene un principio. Pero en este caso, no creo que tenga lugar el final.
Hace muchos, muchos años, cuando yo era otra persona, me topé con el “Santuario de Hécate” en Sevilla. Mi vida estaba literalmente en crisis. Todos los aspectos de mi vida estaban muriendo y no veía lugar al renacimiento. Por aquel entonces, no era consciente de todas las energías de cambio y de transformación que subyacían detrás de cada acontecimiento que se sucedía una y otra vez. No quiero tampoco que el discurso se torne demasiado personal, pero la verdad es que, se podría calificar la situación como verdaderamente dramática.
En ese momento de oscuridad, tristeza, pena y sobrecogimiento, me encontré con Ella. Me topé con una sacerdotisa suya, que me abrió las puertas del Santuario en un momento en el que mi vida parecía destruirse, como la carta de la Torre. Su Santuario y su sacerdotisa y guardiana, me acogieron con los brazos abiertos, y desde el primer momento me sentí formando parte de una familia que poco a poco iba creciendo. La distancia física entre el Santuario y mi mentora, no medraron mis ganas, mi ilusión y toda esta magia inexplicable que estaba funcionando detrás. Se podría decir, que encontrarme con Ella, y con su Santuario tuvo un efecto de bálsamo fortalecedor en mi vida.
Iniciar mis estudios de Primer Grado no solo me formaban como sacerdote de la Tradición Correlliana, sino que me estaban formando como persona. Las lecciones son importantes, pero solo son la base de la que se parte. He aprendido mucho de ellas, pero sobre todo he aprendido de mi maestra y de mis compañeros, que poco a poco se iban sumando a esta gran familia. Pero sobre todo, he aprendido de Ella. De la Diosa Hécate. Me encontré con ella cuando mi vida parecía desaparecer. Mis estructuras caían y ardían, pero justo cuando parecía que todo iba a terminarse, Ella hizo entrada en la escena. Como una madre fuerte y protectora.
Poco a poco, junto a mi mentora, mis compañeros y la Diosa Hécate, fui reconstruyendo mi vida. Surgieron nuevas estructuras, nuevas ideas, pero sobre todo, surgió un nuevo yo, que era deudor de la Diosa, de mi mentora y de este Santuario. Porque sinceramente, no sé qué hubiera pasado sin la entrada de Hécate en mi vida. Ella, la “Perra negra”, la “Señora de los muertos y del Tártaro”. La que porta la llama y es garante del fuego. Ella, la que doblega cuellos erguidos, la feroz y temerosa Hécate, apareció en mi vida en el momento justo. Me sentí verdaderamente acogido por ella, por su sacerdotisa y posteriormente por esta gran familia.
Uno puede elegir caminar solo con los dioses, aprendiendo de los animales, de la naturaleza y siguiendo otros medios. Pero compartir tu camino y tus vivencias con más personas, es muy enriquecedor. Mi paso por este Santuario, que a día de hoy es Templo, ha sido largo, llevándome muy buenos recuerdos y momentos. Y repito, no soy de Sevilla, y tenemos kilómetros que nos separan, pero eso no ha impedido estrechar lazos con esta familia diferente.
Por otra parte, como es normal, uno termina conectando más con unos compañeros que con otros, pero seguimos siendo todos un mismo grupo, acogido bajo una misma maestra, compartiendo un gusto y una devoción especial por Hécate. Somos individuos con libertad e individualidad. Muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de formar nuestros propios Santuarios, pero como Templo, seguimos siendo una sólida y fuerte entidad. En este sentido, siempre me sentiré deudor de mi Templo Madre, y así lo llamo con frecuencia. Templo en el que sigo cursando mis estudios, ahora en Segundo Grado.
Así mismo, muchas cosas han cambiado desde mi ingreso en este Santuario. Ya no solo yo como individuo, sino mi concepción de la Diosa. Entré con la idea preconcebida de que Hécate era una divinidad esencialmente anciana. Con el tiempo, trabajo, estudio y experiencia personal, si me he dado cuenta de algo, es que es Doncella fuerte y férrea por excelencia. Igualmente. Madre tenebrosa y celestial. Mi imagen de Hécate como diosa Anciana, desapareció hace un tiempo y empecé a comprender muchas cosas. Aunque esto, no deja de ser algo más personal.
Esto son solo palabras que muy difícilmente, pueden expresar verdaderamente, mi paso por este Templo, pero en su aniversario, quería dedicarle aunque sea, unas líneas.

Hail Hécate, poderosa diosa de los infiernos, Madre Oscura.

 

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