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Paseo de Bruja: la generosidad en el camino, por Tiné

PASEO DE BRUJA : L A GENEROSIDAD EN EL CAMINO .
La primera vez que me topé con éste término fue en el libro de Starhawk e Hilary Valentine “El  aprendizaje de una maga”. Libro, que recomiendo a todo el mundo. Sobre todo, si tiene aspiraciones de querer formar un grupo de estudio, de trabajo o de amigos, en el que caminar juntos este sendero espiritual.

En este camino que hemos decidido iniciar, por nuestra propia voluntad, nadie nos da un mapa de las tierras y lugares que debemos descubrir. Podemos encontrar libros, podemos
tener grandes guías, personas que nos ayuden muchísimo, pero ninguno de ellos nos dirán como hallar nuestro poder personal. Eso, es algo que queda de nuestra parte. Solo nosotros podemos hacerlo ¿Cómo? Caminando. Atreviéndonos a vagar,a pasear. A dejar nuestra zona de confort, de seguridad. Adentrándonos en el bosque.

Puede que no sepamos realmente cual es nuestro destino, pero el valor para iniciar ese viaje, es sobrenatural y brutalmente especial. Solo así se cuentan grandes historias. Solo así  se crece y se evoluciona, “atravesando el bosque”. Vagar por la espesura y perdernos en ella es parte de un camino iniciático, que es en realidad, en lo que estamos. Vagar de un lado a  otro, no es malo, no debemos considerarlo como algo negativo. Es ese bagaje lo que nos da la experiencia. Lo que nos hace saber qué queremos, cómo lo queremos. Lo que nos acerca  mucho más a nosotros mismos. En ese proceso, siempre hay elementos que pueden ayudarnos. Generalmente en numerosos cuentos medievales, suele presentarse esa ayuda o esa prueba, a través de una vieja anciana, o una bella doncella. Son ejemplos donde el individuo, es puesto a prueba en todos los sentidos. Momentos que también le construyen así mismo y le hacen crecer. Cuando esta ayuda aparezca, de la forma que sea, debemos responder con generosidad en todos los sentidos. Moraleja o enseñanzas de aquellos viejos cuentos, donde el apuesto caballero, desprecia a la anciana, sin prestarla ayuda, atención o agradecimiento. La generosidad y la idea de “dar a cambio” debe de estar presente en este camino. Debemos de agradecer todo lo que recibirnos y dar algo a cambio. Es una especie de
reciprocidad, pero quizás, no lo entendería tanto en el sentido de “Do ut des” (te doy para que me des). Sino más en términos “Do quia dedisti” (Puesto que me has dado, te doy) El dar, el devolver, es lo que en los cuentos se ha entendido como la prueba de que la doncella o el héroe, son verdaderos merecedores de la ayuda que piden o necesitan. No debemos de entenderlo como una relación interesada, sino una actuación pura, verdadera y que salga desde nuestro verdadero interior. Por eso, creo que no debe de entenderse en términos de contrato, como he visto y leído en algún sitio.ATRÉVETE A VAGAR .

Salir a la espesura es un atrevimiento que nos da muy gratos resultados. La Madre Naturaleza, tiene miles de mensajes, secretos y enseñanzas para nosotros. Solo tenemos que estar dispuestos a escuchar, ver y dejarnos llevar. Esta especie de atención abierta al mundo en el que vivimos, desata las cadenas que a él nos atan.

Permitiéndonos ver los tesoros y mensajes que la diosa, el dios, los dioses, y el todo, tienen para nosotros. El mayor libro sagrado que podemos encontrar es la misma naturaleza. Ella es sabia y la humanidad se percató desde la más antigua edad del hombre de ello. Observar nuestro medio, sea más o menos natural, nos trae lecciones, consejos y enseñanzas realmente sorprendentes, que siempre han estado ahí, formando parte de un corpus del saber milenario.

Debes de tener en cuenta, que cuando realicemos el paseo de bruja, sobre todo se trata de observar todo aquello de lo que nunca te has percatado y que siempre ha estado ahí.
Intenta planificarlo cuando tampoco tengas menos agobios, porque sobre todo al principio, te costará concentrarte. Prueba a dejar el reloj en casa: si me has leído bien. De esta manera, podrás guiarte observando la luz solar y la posición del sol en el horizonte. Te aseguro que si lo practicas con asiduidad, terminarás dándote cuenta que en realidad, el reloj no hace tana falta como creemos. Es un gran atrevimiento fiarte de sus propias observaciones, pero se trata justo de eso. De observar lo que siempre ha estado ahí.

Despeja y libera tensiones de la forma que lo haces comúnmente. Quizás, también desees tomar algo de energía antes de iniciar el paseo. Sobre todo siéntete a gusto, tranquilo y con ganas. Si ves que tienes demasiadas cosas en mente, y no logras despejarte, no pasa nada. Pero te aseguro, que quizás en esas situaciones, desde mi experiencia, es cuando mejor te encuentras y abres tu percepción.Starhawk junto con Hilary Valentine, hacen especial mención a una práctica meditativa denominada “la atención abierta al exterior/recogida en el interior”. ¿De qué se trata? Es más sencillo de lo que parece. Es una práctica de feedback, mediante la cual, abrimos la atención a nuestro entorno, para recoger la información de nuevo hacia nuestro interior.

Esta práctica, llegó a la tradición Reclaiming por medio de Cybele, quien empezó a usar  esta práctica por medio de la enseñanza de su maestra de aikido Wendy Palmer. En
realidad, es muy usada para hacer un cambio de conciencia por voluntad propia Ahora, después de haber despejado, liberado, de haber tomado energía. Céntrate y
visualiza una bola brillante, de color blancoazulada, en el centro de tu cabeza. Esa esfera luminosa, es la representación de tu atención. Así mismo, a continuación, toma aire, y al expirar, deja que la bola caiga hacia tu centro, hacia ese centro de sabiduría que tenemos todos. Cuanto, te vayas dando cuenta, a lo largo del paseo, de que tu atención está de nuevo en tu cabeza, repite la operación para volver a llevarla a tu centro de saber. Todo ello, con una inspiración larga y una expiración rápida.

Todo esto, deberías de hacerlo unas cuantas veces antes de salir. Ahora, hazlo de nuevo y deja que tus pies te lleven donde quieran. Tu olfato, tu intuición. ¡Deja que ellos te guíen! Tienes que abrir todos los sentidos. Observa lo que tienes alrededor, qué hay, cómo se manifiesta, la luz, el viento. Los animales, las personas, los coches. Las plantas, el suelo, el asfalto. Si pierdes la atención y tus pensamientos y preocupaciones vuelven, no pasa nada.
Relájate y desplaza de nuevo la atención a tu centro.

Ahora bien, en principio, esta práctica es una forma de desconectar del mundo en el que vivimos y echar un ojo a la naturaleza, a nuestra Gran Madre. De observar con la atención abierta todo lo que nos rodea. Algo que generalmente no hacemos al estar inmersos en una rutina caótica con deberes y normas. Pero también podemos realizar el Paseo de Bruja, cuando necesitemos, ayuda, una respuesta, una señal. Una cuestión que nos preocupe.
Simplemente, antes de iniciar el viaje, relájate y plantéaselo a la Gran Madre. Ella responderá a tu pregunta, ten paciencia y capacidad de esperar. También, muchas personas, pactan unas formas por las cuales, el augurio o la respuesta, quedan determinados en unos parámetros específicos. Eso es algo que en primer grado estudiaremos juntos, pero nos podemos adelantar a ello. Si por ejemplo tuviésemos una pregunta que se respondiese deforma negativa o positiva, podemos pactar las posibles respuestas. También podemos dejar las respuestas abiertas y abrir nuestra percepción y atención al 100%.
La naturaleza, la Diosa, tiene las respuestas para nosotros, si sabemos esperar y observar. La paciencia es clave. Quizás tengas que preguntar varios días la misma pregunta
mientras haces el paseo, manteniendo la atención abierta. Observa los mensajes, las señales. No te obsesiones en buscar de forma consciente una respuesta, porque vendrá, te lo aseguro. Pero la clave es la paciencia, y sobre todo, la observación del medio.
Si has recibido la respuesta, solo tienes que dar las gracias a la Gran Madre por la ayuda.
Hacer una pequeña ofrenda de luz o comida, en forma de agradecimiento.
Esto es, por tanto, “El paseo de Bruja”. Hay variaciones, cambios, diferentes planteamientos… Pero la esencia es la misma. Abrirnos hacia el mundo que siempre ha
estado ahí, y estar receptivos a los mensajes, las señales o las formas que nos pueden aparecer durante el mismo.

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